JOSÉ LUIS VILLCAÑAS BERLANGA
el imperio, cada uno con su forma jurÃdica, Roma ha vencido
sobre Federico II. La forma imperial entra en un de época
dominada por la fragmentación, por la lógica de la pluralidad
de los reinos.
Entramos asà en la época de la formalización de los reinos.
Santificados por la Iglesia, sus reyes son los representantes
de un cuerpo mÃstico. Es el siglo de los reyes santos: Ricardo
Corazón de León, Luis IX, Fernando III el Santo, Jaime I.
La pluralidad de reinos eleva a la Iglesia de Roma a poder
arbitral de las relaciones internacionales y asà continuará hasta
que el cisma de Occidente la fracture. Pero mientras tanto es la
época del triunfo de Roma, la época clásica de la Edad Media.
En la Hispania posterior a Alfonso VII se presentan estos
procesos. Cristalizan las dos grandes coronas que se disputarán
el futuro: Aragón y Castilla, dos conjuntos de reinos
de diversa Ãndole y consistencia, de dispar estructura social
y cultural. Por eso ofrecerán una impronta profunda y diferente
a las tierras hispanas.